Te tapizaré de colores o te pintaré un mural. Porque estoy débil y la carga que llevo a cuestas me estorba para demolerte.
Las ruinas quedan como recuerdo vago de lo que alguna vez formaron parte. Pero son sólo restos; aquello que no ha podido disolverse con el viento o degradarse en la tierra.
Querido muro indestructible...
¿Cómo sabrás lo que soy capaz de crear?
G.