Vamos a platicar un rato, pero he de pedirte todas esas respuestas que sabes y que hasta ahora te has guardado tan bien.
Yo te diré que eres sabia, confiaré en tus consejos y me iré a dormir.
Por la mañana me sentiré conforme y tranquila, como después de cualquier madrugada en que nos reunimos tú y yo a la distancia, y nos miramos, y nos ponemos a platicar...
G.
Mira, mi vida, no tengo consuelo.
ResponderBorrarLa verdad es que la luna
no me platica.
Entre tragos y risas ya te olvide.
Y lo lamento.
Me equivoque.