Siento, y eso me hace más real.
¡Al diablo con ser razonablemente feliz!
Me quedo con mis sentimientos insanamente desmesurados y con la intensidad que ellos brindan a mi loco y palpitante corazón (la parte más visceral de mi ser después de mi estómago desgastado y maltrecho).
Me rebelo a no sufrir, porque de no hacerlo, rechazaría también la esperanza eterna del amor. Me resisto a una vida plana y simple, y me quedo con la extraña mezcla que sustenta lo que habita en mi interior.
G.
Me gustó mucho tu texto. =) Es cierto, no niego el placer de haber vivido, pues de haber llevado una vida 'tranquila' y sin 'sufrimiento', la vida misma no valdría la pena llamarla de ese modo.
ResponderBorrarEse texto que escribí fue en uno de esos arranques que le dan a uno después de sentirse 'adolorido', pero con el tiempo uno los ve diferente, y aprende, aprende a vivir...
¡Saludos amiga! Lindo texto, no dejes de escribir...