No es que la madurez me haya hecho más valiente,
es sólo que he aprendido a vivir el dolor con un poco más de discreción.
No es que la madurez me haya hecho más cursi,
es sólo que he aprendido que no tiene caso disfrazar la dulzura con rudeza.
No es que me haya vuelto desinteresada,
es sólo que he aprendido a respetar aquellos intereses que no me incluyen a mí.
Aprender es un lujo muy costoso,
y eso, me ha costado mucho aprenderlo...
por eso me he prometido poner más atención.
G.
Aprendiendo
No hay comentarios.:
Publicar un comentario